Bem, o texto abaixo é de já algum tempo. Alguns mails pedem-me uma apreciação sobre o sindicalismo brasileiro. Respondo então por via da reprodução desse texto, escrito em parceria com o meu amigo gaúcho Carlos Machado.
Robert Michels y
los sindicatos: polémica y actualidad
Ivonaldo Leite,
Universidad Federal de Paraíba, Brasil
Carlos Machado, Universidad
Federal del Río Grande/RS, Brasil
Robert Michels es
un clásico desconocido del pensamiento sociopolítico inscrito en la gran corriente crítica europea de los movimientos iniciales del siglo XX. Alemán por
nacimiento, durante toda su vida mantuvo contacto con los ambientes francés y
belga, lo cual lo acercó, después de algunas incursiones en el pensamiento
inglés de avanzada y en ciertos círculos estadounidenses, al mundo ítalo, donde
encontró su auténtica filiación espiritual, al grado de convertirse en
ciudadano italiano.
Si bien su obra no alcanza la altura de la de Marx,
Durkheim y Weber, entre otros clásicos del pensamiento social, ella es todavía
bastante original. A originalidad deMichels,
consistente en haber estudiado de cerca de las tendencias oligárquicas de las
organizaciones sociales, lo sitúa en un lugar especial dentro del vertiginoso
mundo de las corrientes ideológicas europeas que sacudieron y redefinieron el
orden mundial. Su obra guarda relación con figuras de la talla de Gaetano Mosca
o Georges Sorel, quienes gozaron de la controvertida consideración de los
simpatizantes del socialismo libertario. Pero la polémica es algo mucho
presente en la obra de Michels,
y por causa de algunos de sus argumentos él manifestó apoyo à la derecha
italiana. No obstante, como nosotros sabemos, en algunos momentos, no es
correcto condenar una obra por causa de las opciones personales de su autor.
La obra clásica de Michels es Sociología
de los Partidos Políticos, publicada en 1915, en Basilea, en plena Primera
Guerra Mundial. Él analiza partidos y organizaciones de trabajadores, como los
sindicatos, y muestra los límites para la vivencia de la democracia en ese
contexto. Conforme el autor, existe una tendencia hacia la formación de un
grupo cuantitativamente pequeño con cualidades de liderazgo y clara hegemonía
en sus ideas en los partidos, sindicatos, otras organizaciones y, de modo
general, en la democracia moderna. Ese grupo transformarse en un grupo
oligárquico y pone serios obstáculos al mantenimiento de la democracia
en las organizaciones. El dicho grupo impone lo que Michels llamó ley
de hierro de la oligarquía. No obstante en la tesis de Michels exista
alguna semejanza con la idea de aristocracia obrera, ella todavía
es portadora de un background diferente.
La tesis de Michels tienen
así fuertes implicaciones para los sindicatos. Según ella, hay siempre una
tendencia para la formación de grupos oligárquicos en el interior de estas
organizaciones. En este mismo campo, Lipset desarrolló una investigación que
afirmó otros resultados, pero su conclusión no negó la formulación de Michels. Al contrario,
la su conclusión era que su investigación constituía apenas una “desviación” en
el tocante la ley de hierro de la oligarquía1.
Edelstein y Warner todavía piensan diferente2.
Elles no aceptan la idea de que los sindicatos
presenten una tendencia inevitable hacia la “oligarquización”. Estos autores
desarrollaron el “modelo electoral”, modelo que permite hacer un diagnóstico
del grado de democracia y/o oligarquía que existe en los sindicatos de
trabajadores. De acuerdo con elles, existe una continuidad entre democracia y
oligarquía y, en ciertos contextos, es casi imposible precisar si un
determinado sindicato es democrático o oligárquico3.
Al centrar su atención sobre los mecanismos electorales, Edelstein y Warner
establecieron ciertos indicadores que permiten conocer el grado de democracia
y/o oligarquía en un sindicato. Primero, la efectividad de un grupo opositor es
una clara condición dentro de esta concepción de democracia. Esta efectividad
es representada por la existencia de elecciones, disputas al menos por dos
planillas, lo cual es una segunda condición para existencia de democracia.
Además, como tercera condición, la oposición debe tener la posibilidad de
derrotar al grupo en el poder por la vía legal. Este indicador podría ser
establecido como la habilidad de la oposición para recibir un número
significativo de votos. Esto significa que, cuanto más apretado sea el
resultado de las elecciones, más democrático será el sindicato. Finalmente, se
la oposición es lo suficientemente fuerte para vencer en las elecciones, el
grado de sustitución de los líderes es un factor importante para medir el grado
de democracia existente en un dado sindicato.
Sin negar la importancia de estas formulaciones
teóricas, es necesario todavía tener en cuenta que la política tiene que ver
con el poder y no simplemente con las elecciones. Parece mismo
una cierta ingenuidad acreditar que los procesos electorales son razón
suficiente para indicar la existencia de una vida democrática y libre en lo
interior de los sindicatos, predominando las aspiraciones independientes de los
trabajadores. Es por eso, nosotros hacemos hincapié, que algunas formulaciones
de Michels son
de extrema actualidad para el debate analítico contemporáneo
sobre sindicalismo.
Es difícil, en un enfoque analítico serio sobre los
sindicatos actualmente, no constatar el aumento de la burocratización y del
personalismo en sus direcciones. Son pocos los sindicatos en situación
diferente de esta. Elles son minorías que, como ha afirmado Kim Moody, hacen
un sindicalismo de movimiento social4. Apenas
minorías.
Mismo en realidades adonde se desarrolló experiencias
sindicales nuevas, como en el Brasil con la CUT (Central Única de los
Trabajadores), actualmente constatase una especie de degeneración de los
aparéelos sindicales. El sindicalismo fundado por Lula quedó en un conjunto de
impasses, que en buena parte no son diferentes de las contradicciones que
tomaran cuenta de su PT (Partido de los Trabajadores). Existe manifestaciones
oligárquicas en ambos.
Es por eso y por otros factores que,
aproximadamente un siglo después de su producción, la obra de Michels continua
polémica y actual. Alias, para nuestra sorpresa, de vez en cuando, la ley de hierro es
imposta hasta mismo por sectores que nacieran negándola.
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1 -
Lipset, S. M., Union Democracy: the Inside Politics of the
International Typographical Union. Nueva York: Free Press.
2 -
Edelstein, J. D. y Warner, M., Comparative Union Democracy:
Organisation and Opposition in British and American Unions. Londres: Allen
& Unwin.
3 - Morais,
Jorge Ventura de & Medeiros, Rejane, “Dinámica de la política interna del
“nuevo” sindicalismo brasileño, in Revista Mexicana de
Sociologia, vol 59, num. 1, enero-marzo, 1997, pp. 205-227.
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