A veces me pregunto si el
mundo está siendo gobernado
por personas inteligentes que nos están fastidiando
o por imbéciles que hablan en serio (Mark Twain)
por personas inteligentes que nos están fastidiando
o por imbéciles que hablan en serio (Mark Twain)
Por Carlos Iaquinandi Castro
Siria es el territorio
donde varios países dirimen desde hace siete años sus apetencias
geoestratégicas por vía militar. Un conflicto interno, que derivó en la
intervención abierta de Estados Unidos, apoyado por sus aliados y varios países
árabes. Su argumento: frenar el avance del Daesh, el islamismo extremista que
aprovechando el caos originado por la intervención en Irak ocupa parte del
territorio de ese país y también se extiende en Siria.
Pero EEUU también armó a varios de los grupos rebeldes sirios y les
dio apoyo logístico. Por su parte, Rusia intervino con el doble propósito de
combatir al Daesh pero también a los rebeldes sirios. De una manera directa
también lo hace Turquía, a quien le interesa frenar el avance de los kurdos en
la región y de paso, facilitar la caída del gobierno sirio de Al Assad. Y de
otras formas, abiertas o encubiertas, también se implican Irán a favor de Siria
y Arabia Saudita en contra.
Intereses cruzados
El territorio en conflicto tiene una especial situación
geoestratégica, por la que necesariamente tiene que pasar el petróleo y el gas
que se produce en la región. En 2009 Bashar al Assad anunció la implementación
de la “estrategia de los cuatro mares”, cuyo objetivo era convertir Siria en un
nodo de transporte de petróleo y gas entre el Golfo Pérsico, el mar Negro, el
Mediterráneo y el Caspio. Ya cruza el país el Gasoducto Panárabe que conecta
Egipto con Libia. Y también el tramo del gasoducto entre Kirkuk (en Irak) y el
puerto sirio de Baniyas, aunque paralizado desde la intervención militar
extranjera en el 2003. Pero a esta circunstancia de los hidrocarburos se suman
también otras conflictivas diferencias, en este caso religiosas, entre los
musulmanes sunníes -mayoritarios- y la minoría chiita. También la
presencia de los pueblos kurdos que luchan por su autonomía tiene incidencia en
Irak, Turquía, Irán, Armenia y Siria. Sus orígenes se remontan a 2.500 años
A.C., y constituyen una de las minorías más importantes en el mundo que no
tiene Estado propio. En ese espacio se producen cambiantes alianzas o
confrontaciones.
El ataque contra Jan Sheijun
En ese complejísimo y delicado escenario, se produjo el
martes pasado el bombardeo de Jan Sheijun, una ciudad siria de 50 mil
habitantes ocupada por los rebeldes. El saldo, casi un centenar de muertos o
heridos por sustancias químicas. Unos afirman que el responsable es el gobierno
sirio, y éstos afirman que bombardearon depósitos de los rebeldes que al
parecer almacenaban armas químicas.
Trump cambia Twitter por los Tomahawk
El inestable e imprevisible presidente Trump se ve tentado a
intervenir, y ordena por su cuenta una acción de guerra contra la base aérea de
Shayrat, una de las más importantes de Siria, lanzando 59 misiles Tomahawk de
alcance intermedio. (Un millón y medio de dólares cada unidad, hasta 2.500
kilómetros de alcance y gran capacidad destructiva). Para ello utiliza dos
buques de guerra que navegan por el Mediterráneo pero que tienen base en Rota,
en Andalucía.
El gobierno español “aliado” en el ataque
Horas más tarde, Méndez de Vigo, portavoz del gobierno, anuncia
el respaldo español al ataque, calificándolo de “respuesta” adecuada. O sea
que, como ocurrió con Irak, España actúa como “aliado” en una acción bélica que
se salta el derecho internacional, y que agrava la ya difícil situación en la
convulsionada región. Por su parte, la Unión Europea, la misma que rechaza y
pone fronteras a los refugiados de esta continua escabechina, afirma que el
ataque “es comprensible”, aunque “sigue estando en contra de una solución
militar”.
Obras maestras del cinismo y la hipocresía
Qué indefensos están los pueblos ante la incapacidad de sus
gobiernos y de los organismos internacionales para asumir sus responsabilidades
en defensa de la integridad de los territorios y el bienestar de sus
ciudadanos. Entre los primeros en elogiar el bombardeo dispuesto por Donald
Trump, Israel, infinitamente sancionado por las Naciones Unidas por violar los
derechos del pueblo palestino, y Turquía, gobernada por un autócrata que con la
complicidad europea fortifica su poder.
La razón de un bombero
Parece una cuestión compleja, y sin embargo si se aplican
criterios humanitarios, principios y sentido común, se comprende fácilmente.
Así lo hizo el bombero de Bilbao, que días pasados argumentó razones de
conciencia para no custodiar el embarque de 4000 toneladas de bombas para
Arabia Saudí. Este país encabeza una coalición que desde hace dos años
interviene unilateralmente en el conflicto interno en Yemen provocando miles de
muertos y de refugiados. Su argumento, tan simple como contundente: “Sé lo que
está pasando en Yemen. Allí se están lanzando bombas que se fabrican en España
sobre la población civil. No puedo participar en algo así”. Ustedes pensarán
que le premiaron. No, las autoridades le abrieron expediente sancionador. Lo
siento, estas historias no suelen tener final feliz.
Lo que vendrá
En definitiva, el panorama internacional es bastante
inquietante. Gobiernos incapaces que carecen de proyectos coherentes,
burocracias incompetentes, incidencia devastadora de los grupos de poder
económico y financiero y las grandes transnacionales, todos velando
exclusivamente por sus propios intereses. Y en la Casa Blanca un personaje que
parece salido de una película de ciencia ficción o de terror. Un millonario que
un día decidió apostar por la presidencia de los Estados Unidos, y ganó. Para
llegar apeló a la demagogia y a la mentira. Si el Congreso o el propio pueblo
movilizado no lo detienen, su gestión puede ser catastrófica, no sólo para
quienes le votaron sino para la humanidad. Será decisivo que las organizaciones
sociales, los movimientos o corrientes populares, todas las fuerzas
progresistas del planeta tomen posición activa en defensa de la vida, de la
justicia, de los derechos humanos y de la libertad. No es una opción. Es la
ruta imprescindible para la humanidad.
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Fonte: http://www.agenciapacourondo.com.ar/internacionales/bombardeo-en-siria-los-poderosos-ponen-las-bombas-los-pueblos-los-muertos-y